miércoles, 19 de septiembre de 2012


Obra teatral: Soy un soldado

 

A esta obra la escribí en conmemoración al Éxodo Jujeño de 1812.

Cuando decidí empezar a trabajar en ella, no tenía muy en claro como representar el Éxodo Jujeño dentro del teatro. Puesto que todo jujeño tiene una imagen guardada de lo que fue el Éxodo a partir de lo que nos muestra en la escuela primaria, es decir: un grupo de personas partiendo de una ciudad en llama y unos que otros animales llevando una carga. Esas imágenes muchas veces fueron representadas por alumnos de las escuelas o por grupos que se unían en evocación al Éxodo. Imágenes mudas que nos mostraban un hecho histórico.

Mi primera idea era la de usar un narrador para que vaya detallando los movimientos históricos y a la vez iba a ir moviendo algunas figuras (de personas, soldados, animales, carretas) de unos veinte centímetros de alto que estarían en un mesón. Es decir, representar con estas figuras una peregrinación y un relato muy conocido por todos.

No conforme con esa idea, puesto que no tenía nada novedoso, se me ocurrió contar el Éxodo desde otra perspectiva, es decir, desde adentro de la historia y utilizar personajes reales que vayan viviendo los supuestos sucesos que iban pasando día a día.