Una anécdota del 16 de marzo del 2008
Recuerdo que en una de mis clases de teatro, un par de alumnos que cursaban el 2º Nivel me cuestionaron la forma en que impartía la clase con los alumnos que habían entrado al 1º Nivel, es decir, los nuevos.
Ellos, mis alumnos del 2º Nivel, no estaban de acuerdo en que yo, como profesor, les permitiera a los nuevos alumnos tanta indisciplinas.
Entonces, he aquí, como se manifiesta aquel que aprendió la disciplina: la brinda y la exige, porque sabe que es la única manera de lograr un objetivo (en el teatro) es con el ejercicio de la disciplina.